Escombros
Un hombre y una mujer. Un encuentro después de muchos años. El espacio de la memoria parece estar lleno; sin embargo, en el presente apenas hay una botella de coñac y dos copas. Ambos hablan de una niñez que compartieron, pero que no se parece en nada. ¿Quiénes fueron ellos realmente y los que los rodeaban? La mujer busca sus recuerdos más allá del patio de butacas. Quiere volver hacia atrás y poner voz a las palabras que se quedaron por el camino, quiere reconstruir los puentes que se rompieron, quiere seguir pensando que vivió en un paraíso. El hombre bebe y mastica su rabia.
Más al este es oeste
El Olimpo ya no es lo que era; solo un chamizo con cuatro tablas, y el dios Zeus ya no tiene dónde ejercer su poder. De modo, que viaja hacia nuestros días para ponerse en manos de un psicólogo que le pueda ayudar con su depresión. Ambos, psicólogo y dios, abandonados por sus parejas, se zambullen en una lucha de competencias. En un debate sobre el poder y la sumisión, y los sentimientos. Lo antiguo y lo contemporáneo a la luz del Absurdo, cuando en realidad la raya que parece separarlos, en lo fundamental, no esté tan clara.