Había una vez un amable lobo que vivía en un hermoso bosque, rodeado de todos sus amigos. Su nombre era Lobo. Pero este lobo tenía un problema: era demasiado emocional. Feliz, enojado, triste, emocionado... ¡cambiaba de humor a cien millas por hora! Afortunadamente sus amigos tenían un plan para enseñarle a dominar sus emociones y recuperar el control de sí mismo...