?A lo largo de los años como periodista de investigación, hedesvelado en innumerables ocasiones los éxitos del CNI ?antes CESID? y también he denunciado sus excesos. No solo no tengo nada contraellos, sino que considero que hacen un gran servicio a España. Nadieduda, yo tampoco, de que los gobiernos exigen desde hace muchos añosla actuación de los servicios secretos para ayudarlos. Deben hacer loque haga falta, aunque a veces se traspasen los límites permitidos enun Estado de derecho.
Al servicio de SuMajestad trata sobre las conexiones de la monarquía con elservicio secreto, una perspectiva novedosa desde ambos puntos devista. Me ha permitido descubrir una faceta oculta de los personajesprincipales, los reyes Juan Carlos I y Felipe VI, pero también de losjefes del espionaje y de muchos agentes sin los cuales no podríacomprenderse sus reinados. Fue la soledad del primero en la Españafranquista la que le empujó a darse cuenta de la necesidad decontrolar a las Fuerzas Armadas y, también, la de buscar el escudoprotector de los servicios de inteligencia, esos que espiabaninten